
Un accidente frances
Historiadores señalan que el queso azul data del siglo VII. Su descubrimiento fue obra de la casualidad. Un campesino distraído olvidó su almuerzo de pan y queso fresco en una cueva fría y húmeda y cuando regresó unos meses más tarde, encontró que el pan y las condiciones de la gruta le habían otorgado esas particularidades propias que distinguen a los quesos azules.
Descubrí su sabor
La combinación de tonos picantes y salados en sus diferentes variaciones, complace a los más diversos paladares del mundo. Las variadas formas, culturas, métodos de elaboración, tiempo de maduración y manejo de cada estilo de queso azul, afectan su sabor, cuerpo y textura, haciendo de cada uno un ejemplar original. Compañero perfecto en pizzas, carnes, ensaladas y tablas de fiambres entre otros.
